Gabriel Meza
El martes 7 de agosto,
rancheros de Los Planes manifestaron a las autoridades municipales su
preocupación por el desempleo en esa zona. Filiberto Meza Geraldo, comisariado
de Juan Domingo -quien está de acuerdo con la minería- porque los proyectos
turísticos sólo han traído “discriminación, invasiones y privatización de
playas”.
La alcaldesa, Esthela Ponce
Beltrán, al regreso de su viaje a la ciudad de México, declararía: “Apoyo el
desarrollo turístico inmobiliario”. Reconoció el complejo escenario que se
presenta en las poblaciones. “Nadie desconoce el desempleo; no sólo en esa zona
ocurre, pasa en todo el estado”, enuncia como excusándose por la problemática
en la olvidada región.
Añadió existen programas de
becas educativas y alimentarias que son entregadas para apoyar a los pobladores
a sobrellevar sus días y criticó el bajo preció que ofrecen, los dueños de la
tierra: “eso no les permite a nuestra gente tener una opción para invertir y
crecer económicamente.
El ranchero –por su parte-
cuenta a El Independiente, triste, como su hijo terminó de peón al
servicio de grandes empresas; en algunos casos, sus jefes son extranjeros. “En
Los Planes no hay fuentes de trabajo”, explica mientras evoca a Punta Arena,
lugar “comprado desde hace 30 años por gringos” y como las empresas de
vigilancia privada impiden el ingreso de los lugareños a las playas: “ni un
chingado cochito puedes pescar (sic)”, con ese acento característico de los
pueblos del sur de Baja California.
En el orden gubernamental, el
municipio, “es el último eslabón en el otorgamiento de permisos” y explicó:
“nosotros veremos cuál es la información, reorganización o contrapropuesta de
los grandes inversionistas”. No obstante, aceptó que la inversión es bienvenida
a la municipalidad y se dijo ser la mayor interesada en atraer capitalistas
locales, nacionales o internacionales. Habló sobre una incubadora de negocios
Enlace Empresarial, integrada a la Dirección de Desarrollo Económico para
atraer mayor interés sobre La Paz.
Bahía de Los Sueños fue
vendido a los pobladores como la panacea a todos los problemas de la región.
Nunca avanzó. Demandas judiciales, presuntos fraudes y abuso de autoridad
tiñeron al proyecto inmobiliario. “Se acabó de golpe, parecía una buena
oportunidad” pero cuestionó la forma, en que algunos empleadores, utilizan a
las personas de esas comunidades: “nos tratan como un perro; ese es el turismo
que existe allí”, agrega el poblador.
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