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A pesar de las
recomendaciones que pueda hacer la Secretaría de Salud, Dirección de Seguridad
Pública y Transito Municipal, la gente no toma conciencia de riesgos en
enfermedades y accidentes.
Giovanny
Carlos Díaz
Con
las constantes lluvias que se hicieron presentes en gran parte de nuestro
Estado, pero principalmente en nuestra ciudad de La Paz, queda como siempre ha
sido demostrado, que no estamos preparados para recibir semejante cantidad de
agua por las pésimas calles que con cualquier agua agrieta el asfalto, las
rebosantes alcantarillas que esperan sólo un momento para reventar y mezclar
con los charcos que se han formado y que en muchos casos estas aguas quedan en
los patios delanteros de algunas viviendas.
En
un recorrido que realizamos por las principales avenidas de nuestra ciudad de
La Paz nos encontramos con la falta de caminos que realmente estén preparados
para su función ya que en el mayor de los casos, el agua estancada y las
piedras que arrastran los arroyos fueron el dolor de cabeza de muchas personas
que a mitad de las lagunas pluviales sobre el asfalto vieron como sus
automóviles quedaban estancados ya que al no existir puentes alternos al de
“forjadores” tuvieron que tomar las avenidas tan características que a más de
uno lo dejaron con auto apagado a mitad del cauce.
Dentro
de los aspectos que recogimos con las personas que sufrieron fallas en sus
vehículos había quienes se molestaban porque Gobierno y Ayuntamiento no se han
preocupado por resolver los problemas de vialidad, pero concretamente, la
creación de más puentes sean otra opción para cruzar los extremos de nuestra
ciudad. Hubo quienes dejaron sus automóviles a mitad de la obra; que por cierto
aún no entrega el Gobierno del Estado a XIV Ayuntamiento de La Paz, la cual es
el entronque del libramiento y el boulevard Las Garzas, pues en este tramo, el
cual es característico por los problemas que representa, se llevó a cargo una
obra con la cual se pretende dar flujo a quienes transitan a diario en esa
dirección, pero que en temporadas de lluvias es una trampa pues quedó al mismo
nivel y el agua hace estragos en los conductores.
Cabe
señalar que pese a las pocas alternativas viales existentes para el traslado de
un punto a otro, el libramiento Daniel Roldán fue saturado por la cantidad de automovilistas
que crearon una tráfico que llevó por lo menos 50 minutos cruzar dicho
libramiento de extremo a extremo, además de señalar que fueron pocos los
elementos de la DGSPPPYTM que estuvieron organizando el flujo vial y provocando
esto que con semáforos apagados imperara el desorden vial.
Pese
a las recomendaciones por parte de la Secretaría de Salud para evitar las
enfermedades que provocan las lluvias por el arrastre de basura y material
fecal, hubo quienes al no tener conciencia de los riesgos latentes dejaron que
sus hijos se bañaran en los cauces que la lluvia iba formando a su camino.
Debemos resaltar que aunque las campañas de prevención contra riesgos
sanitarios y enfermedades gastrointestinales ha sido intensa, la mayor parte de
la población no tiene conocimiento pleno de la cantidad insospechada de
contaminantes que lleva el agua, pues además de arrastrar basura, lleva consigo
materia fecal que en breve tiempo puede provocar serios daños a la salud así
como enfermedades dermatológicas.
Por
último, hoy que tenemos un poco más secas nuestras calles parece ser que
quienes ofertan la pintura para trazar los carriles de nuestras avenidas la
rebajan con mucha agua, pues basta un par de minutos lloviendo para que las
líneas empiecen a desaparecer, o quizás será porque como dijo un comunicador
que prefiero no citar “están pintadas con chinola”.
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