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Siguen los lujos de violencia y abusos de
autoridad de la Policía Municipal
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Lo golpearon por creer que se trataba de un roba
carros, termino siendo el dueño del supuesto objeto del delito
Giovanny Carlos Díaz
La mañana del pasado 12 de
octubre no se podrá olvidar de la memoria de Enrique Castañeda Chávez, pues al
ser confundido por policías municipales con un supuesto ladrón de autos le
“obsequiaron” una tremenda golpiza y jalones para que después de tan semejante
acto bestial el señor terminara comprobando la propiedad del auto que señalaban
era el supuesto objeto del delito.
Relata Enrique Castañeda que
la mañana del día viernes a muy temprana hora se encontraba en el estacionamiento
de Soriana Hiper mientras esperaba la llegada de un trabajador del área de
pintura para que le realizara una igualación que era el caso de la visita. Al
ingresar a la tienda siendo aproximadamente las 08:30 de la mañana se
entrevistó con un guardia de seguridad a quien le comentó la necesidad de que
lo atendiera la persona que correspondía al área antes citada, a lo cual el
guardia le comentó que aún no estaba y de ser posible lo esperara. Tal fue la
decisión de Enrique Castañeda, persona de más de 50 años, que decidió esperar
en las afueras de la tienda dentro de su vehículo y leyendo un periódico de
ofertas. De pronto y bajo un fuerte y absurdo dispositivo de seguridad armado
por elementos de la Policía Municipal, de esos que caracteriza al Director
General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Transito Municipal, General
Ángel César Amador Soto, con lujo de violencia y olvidando los cursos
impartidos por Derechos Humanos para el trato a personas, bestialmente y sin
prevenir al ahora ofendido lo golpearon dentro de la unidad para después ser
esposado y seguir recibiendo maltratos e insultos con lo cual lo acusaban de
ladrón y además de intentar robar autos en referida zona.
Después de que el ahora
ofendido recibiera los duros golpes que le propinaron elementos de la patrulla
SP-33 y la SP 92; hubo otras dos patrullas las cuales no fueron identificadas,
una de ellas no traía matrícula, arribaron al lugar elementos de la Policía
Ministerial a realizar un extenso y surtido cuestionario para saber quién era
el supuesto ladrón y la procedencia del auto que señalaban que pretendía robar,
para después decidir bajar de la unidad policíaca al agredido pues argumentaron
los policías que se había tratado de una supuesta falsa llamada de alerta por parte
de un guardia de seguridad de la tienda “Calzapato”. Para tal efecto y después
de comprobar que el vehículo era propiedad de su hija los agentes de la Policía
Municipal procedieron a ofrecer una disculpa y pedirle al agredido que
comprendiera que hay muchos robos en la zona y por eso ellos tienen que llegar
así.
Desgraciadamente a Don Enrique
la “madrina” nadie se la podrá quitar con un simple “ahí usted disculpe” pero
vale la pena hacer del conocimiento tanto del General Ángel César Amador Soto y
la alcaldesa, Lic. Esthela Ponce Beltrán, que ni los cursos ni la lucha que se
emprende por retomar la confianza en nuestros organismos de seguridad y
procuración de justicia servirán mientras sigan este tipo de actos en donde sin
una previa averiguación sólo sometan a golpes a quienes dan el perfil para ser
ladrones de autos según sus capacidades interpretativas.
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