Gabriel Meza
En una entrevista con este
medio, la directora del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea Martha
Hernández Ceseña, evitó opinar sobre sí el asunto de su posible salida era un
acto meramente político, “No tengo nada que temer, trabajo con mucho amor por la
camiseta”, declaró.
Los empleados del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) Sección 61, correspondiente al
estado de Baja California Sur solicitaron la expulsión de la funcionaria
pública.
Presumió del apoyo obtenido
por las fracciones que integran el Congreso de Baja California Sur para
la aprobación del decreto 1915, referente al impulso de la cultura de la
donación y la reactivación integral del organismo, el cual se encarga de
suministrar y controlar el plasma en toda la entidad.
“Ustedes han constatado el
trabajo; a mí me apasiona. La sangre es roja pero aquí no tiene color”,
argumentó. Se dijo lista para ser valorada por una Comisión Mixta integrada por
la Contraloría General del Estado (CGE), así como por el SNTA sección 61 y por
autoridades de la Secretaría de Salud. Aunque ignoró cuándo se conforme dicha
dinámica, aseguró, escuchará las inquietudes e inconformidades de sus
compañeros de trabajo.
“Tenemos la obligación, como
servidor, de trabajar, lo cual, en ocasiones, genera fricciones. La Secretaria
de Salud está de acuerdo en la apertura y la revisión de las supuestas
irregularidades. Ya hay un documento pero no he recibido nada; lo tiene Isabel
de la Peña, secretaria general del sindicato”, explicó.
Hernández Ceseña fue entrevistada
en las instalaciones del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea el 06 de
noviembre tras conocerse la incomodidad laboral generada en el interior, la
cual, comenzó hace unos seis meses. Este miércoles, los trabajadores se irían a
huelga para atraer una solución a sus peticiones, aunque no está claro cuáles
son.
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