La modificación al Artículo 27
Constitucional que permitiría a extranjeros adquirir terrenos costeros y
fronterizos titulados a su nombre, es –para Raúl Conde, "El Huizapol"–
una medida reprobable junto con las diferentes reformas impulsadas por el poder
ejecutivo y legislativo de la nación.
El comediante –uno de los
principales críticos de la venta masiva de terrenos– explicó "el miedo,
desesperación y tristeza" que sintió con el proceso iniciado, hace
décadas, por Carlos Salinas de Gortari al firmar el Tratado de Libre Comercio
(TLC) con Estados Unidos y Canadá. "Empezaron
a venderse las tierras, aquí, en Todos Santos, que ahora es Todos
Gringos y alrededor de todo eso, se trastocó más la cultura del Sudcaliforniano
que arrastraba con la idea que era mejor ser gringo que
mexicano, que estaba bien que se vendiera la Baja California Sur", detalló
el reconocido humorista.
Atribuyó la escalada a favor
de la transculturización a personas "iletradas, quienes decían que estaba
bien –declaró irónico–, que estaba mejor así porque tendríamos mayonesa Best Food, Shorts y
pantalones Levi's".
"Esto es el seguimiento
que ya se había planteado, es una estrategia creada más allá de
nuestras fronteras [...]. No nos defendimos ante el avance de la
globalización, tecnologías y políticas subterráneas”, indicó "El
Huizapol". Recordó lo expuesto por Giovanni Sartori en su libro Homo
Videns, en el que imagina una sociedad incapaz de imaginar, en la
cual, los productos audiovisuales o videos rigen el modo de pensar, evitando
que las nuevas generaciones puedan pensar.
"Nos despojan de la entidad y el territorio, de la
esencia del ser humano; es una medida reprobable, como muchas cosas que
han pasado en las últimas décadas", terminó diciendo.
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