Giovanny Carlos Díaz
Con las ganas se quedaron
turistas y locales de visitar el muelle fiscal, el cual se encuentra ubicado en
pleno malecón de La Paz y que es un lugar público al cual concurren cientos de
ciudadanos. Y es que la presencia del mega-yate Kogo procedente de Isla Caimán
fue el impedimento para que quienes deseaban tener una tarde familiar pudieran
darse el gusto de sentarse en las bancas de dicho espacio costero.
Carlos Medellín, trabajador de
la Administración Portuaria Integral (API) señaló que tenía serias órdenes de
impedir el paso a cualquier persona que no fuera pasajero del mega-yate Kogo ya
que eran las peticiones de los propietarios, resaltando que por los 7 mil
quinientos pesos que pagaban a diario era lo mínimo que podían brindan como
medida de seguridad. Al escuchar estas sorprendentes declaraciones los turistas
pidieron una explicación del por qué un espacio público había sido alquilado
para una persona que sólo por venir a dejar una derrama económica a nuestra
entidad podría cometer cualquier tipo de atropello, más aún cuando se habla de
que La Paz es un lugar turístico en el cual se han empeñado las autoridades a
ofrecer un trato ejemplar.
Al no ver una actitud positiva
por parte de los trabajadores de la API fueron los mismos turistas los
encargados de promocionar a La Paz a través de las distintas redes sociales
como un lugar bello pero con algunas medidas absurdas que limitaban la estancia
de cualquier persona que deseara pasear por el malecón de nuestra ciudad. La
postura del elemento de la API, Carlos Medellín, fue la misma en todo momento
hasta que señaló que hasta él mismo estaba sorprendido de las medidas tomadas
por el director Jesús Robles González, pues aunque no representa ningún
problema que los visitantes tengan acceso sólo al muelle, Robles González dijo
que tendrían que brindarse las medidas de seguridad extraordinarias ya que era
un cliente VIP.
Cabe puntualizar que los
señalamientos aquí narrados corresponden al sentir de las personas los días sábado
29 y domingo 30 de junio quienes agregaron a este medio que es absurdo que por
sostener una inversión se tengan que limitar los accesos a espacios públicos
además de señalar que si esto le espera a Baja California Sur con la reforma
del Art. 27.
API responde
Después de la sorpresa
combinada con molestia por parte de turistas y locales que se llevaron el
pasado sábado 29 y domingo 30 de junio tras ver mermada la oportunidad de tener
acceso al muelle fiscal porque el personal de API impedía el acceso, el
director de la Administración Portuaria Integral, Jesús Robles González, señaló
que se trató de un error por parte del personal que cubría el turno quienes no
atendieron las indicaciones tras una confusión.
Según las declaraciones de la
propia API en días anteriores se hicieron algunos simulacros en los cuales se
subió el nivel hasta la máxima fase tres lo cual originó que una vez terminado el simulacro
trabajadores dejaran en la bitácora la fase tres, el cual restringe los accesos
en materia de seguridad, como un
registro oficial que a la postre ocasiono que al cambio de turno trabajadores
impidieran el paso al muelle por esa supuesta fase la cual no fue eliminada de
bitácora y la sólo cual fue un simulacro.
Aunque reconoció un error por
parte de la API, Jesús Robles González señaló que no hubo conflicto con ninguno
de los visitantes ya que entendieron la supuesta situación que imperaba en el
lugar. Robles González dijo que cualquier embarcación que anticipe con 24 horas
su llegada puede gozar del beneficio de la renta del muelle el cual ronda los
4.79 pesos por metro eslora por cada hora. En relación a la tarifa que se cobra
en el muelle fiscal la cual pareciera poca para embarcaciones de lujo que
llegan a nuestra entidad, Robles González dijo que estas tarifas no se rigen en
cuanto a la oferta y la demanda sino por la misma Secretaría de Comunicación y
Transporte las cuales se actualizan cada año pero es prácticamente en base al
proceso inflacionario.
Del mismo modo señaló el
directivo de la API que debemos de celebrar como entidad turística que lleguen
embarcaciones que dejen una gran derrama económica a nuestro puerto paceño ya
que en casi todo el año el muelle estuvo libre y sin una entrada de dinero por
el alquiler de este espacio marítimo portuario.
Finalmente Jesús Robles
González dijo que el simulacro se hizo para ver el tiempo de reacción del
personal que trabaja en la API BCS y es de ahí donde se desprendió la confusión
la cual no tuvo mayor repercusión en los visitantes.
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