jueves, 7 de marzo de 2013

Desde el CERESO pide Daniel Sánchez Ávila a MACOVI sensibilidad ante su inocencia

·         Entrevista exclusiva para El Independiente, que es el único medio que ha platicado con Daniel Sánchez, en el interior del penal, sobre su proceso y las supuestas acusaciones en el caso de la muerte de Jonathan Hernández Ascencio, acusaciones que, hasta el día de hoy, lo señalan sin tener pruebas contundentes


Giovanny Carlos Díaz

Un día diferente para el trabajo del reportero habitual. La cita fue dentro del Centro de Reinserción Social de La Paz, donde ya nos aguardaba la persona que ha sido señalada por diversas autoridades como autor material de la muerte del joven abogado, que tuvo lugar hace algunos años en nuestra ciudad capital, pero que, a decir de su familia y abogados, no existen las pruebas contundentes sobre su responsabilidad en los hechos que se le imputan.

La mañana del pasado 26 de febrero de 2013, acudimos a una cita con el joven Daniel Sánchez Ávila, quien, a pesar de la prueba que en este momento le ha puesto la vida, sigue conservando la sonrisa en su rostro, no porque sea feliz dentro del penal, en donde aguarda la buena noticia que le asegure su pronta libertad, sino porque ha podido adaptarse a las difíciles condiciones que implica estar interno en un centro como este, en el que se convive con todo tipo de personas, responsables de diferentes crímenes, pues no separan a los internos según los delitos por los que ingresan.

Aunque nunca tuve la oportunidad de conocer a este joven en condiciones distintas a las actuales, el primer momento de nuestra entrevista empezó con una sonrisa por el gusto de recibir la visita de su padre y de este reportero.

El joven mostró claridad al narrar los procesos de adaptación que ha vivido, lo qué ha pensado y los planes que tiene para su próximo futuro, el cual ve lejos del CERESO de La Paz.

En nuestro diálogo inicial con Daniel Sánchez Ávila, el joven habló del primer día que llegó al Centro de Reinserción Social y de lo desubicado que se sintió, pues, a decir de él mismo, nunca creyó que la vida le pusiera esta dura prueba, de la cual espera salir airoso, demostrando su inocencia en el caso “Jonathan”. Comentó también que, desde el momento de su aprensión, siempre se le había informado que sólo sería requerido para llevar a cabo una confesión sobre los hechos que tuvieron lugar en el Bar “Las Micheladas” en marzo de 2010, sucesos que derivaran en su supuesta culpabilidad, misma que, hasta este momento, no acepta, y sigue firme manifestando su inocencia.

Comentó Sánchez Ávila que prefiere evitar hablar del proceso de arraigo, no obstante, explica que han sido tiempos difíciles para él y su familia.

"A mi llegada me sentí desubicado, no sentía que fuera a mí a quien le estuviera pasando esto […] Aquí la vida es difícil, tienes el desgaste emocional y físico, y el pendiente de cómo estará tu familia allá afuera. Yo tengo que estar en algunos talleres para poder distraerme y que la desesperación no llegue a mí, porque a veces siento que los días corren lentos y prefiero mantenerme ocupado para no caer en el estrés de mi liberación”, señaló Sánchez Ávila.

Respecto al proceso de adaptación que ha vivido dentro del penal, señaló que ha sido un poco difícil, pero no imposible, ya que, como en todos lugares, "a veces hay peleas entre internos, o debes saber con quién andar para no meterte en problemas, y los mismos custodios no te cataloguen como una persona problemática”, puntualizó, y dijo que, dentro del penal, lleva una relación de amistad con los internos, a quienes, en ocasiones, la misma desesperación por la libertad los une en sus pláticas.

Agregó que, hasta el momento, los mismos internos han mostrado un trato digno hacia él, puesto que muchos han confiado en su inocencia y se ha sabido ganar el respeto de los demás, brindando un poco de lo que tiene y de lo que su misma familia le lleva.

En relación al tema central de la muerte del Jonathan, Sánchez Ávila es firme y reiterativo: “soy inocente y esta es una prueba de la que voy a aprender, pero mi inocencia no debe de estar en duda y confío en salir pronto de aquí con la frente en alto”, comentó.

Además de lo antes relatado, Daniel Sánchez fue claro al decir que: “hay personas que están aquí y que están conscientes de los años que purgarán por los delitos que cometieron  porque se reconocen culpables, pero, en mi caso, ha sido difícil que, siendo inocente, tenga que vivir este periodo de mi vida dentro de una celda”, detalló.

Durante la plática, Daniel aprovechó para pedir al Gobernador del Estado, Lic. Marcos Covarrubias Villaseñor, que reciba a su padre en entrevista privada, y le solicitó, de una manera respetuosa, que revise el expediente del proceso que se le sigue, para que así, el propio Gobernador, pueda conocer de cerca su caso, pues un inocente, como aseguró Daniel, vive lo que no debería vivir dentro de un centro penitenciario.

Por último, señaló que es cierta la frase que dice que en el hospital y la cárcel se conoce a los amigos, pues, a decir del propio Daniel, hay a quienes, a raíz de su detención, no ha visto durante los horarios de visita, pero reconoció que los familiares y amigos que siempre están al pendiente de él, son los suficientes para poder llevar este proceso tan cansado de la mejor manera.

Agregó que, en cuanto tenga la oportunidad de gozar de su libertad, pretende recuperar el tiempo perdido y ayudar a sus padres a levantar el negocio de la familia, el cual, a raíz de su detención, ha sido descuidado por la falta de ánimos de sus padres al ver a su hijo interno, además de que era el propio Daniel el encargado de llevar ese negocio por el buen camino.

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