lunes, 18 de febrero de 2013

Piden apoyo para salvar al venado bura endémico de Isla de Cedros

Gabriel Meza

Joaquín Villaseñor, veterinario y habitante de Mexicali, fue testigo de la problemática cuando visitó la isla para efectuar una campaña de esterilización por el número elevado de perros ferales, los cuales, junto a la caza furtiva, están acabando con el venado de rostro blanco.

Ciudadanos organizados lanzan una alerta ambiental en la Isla de Cedros, Baja California. La razón principal es la dramática disminución del venado bura de cedros (Odocoileus hemionus), especie endémica, que llegó a los 15 ejemplares en el último monitoreo.

Con la participación de nueve personas, se creó el Comité “S.O.S Isla de Cedros” y su primer paso fue contactar a  instancias gubernamentales o privadas para “que volteen a ver y ayuden con ideas concretas que ayuden la protección de la flora y fauna del lugar”.

Otra especie amenazada, también única, es el conejo matorralero de Cedros,  especie a amenazada por la introducción de animales foráneos como el gato, que se ha convertido en un problema en su feral y que habita en la sierra y punta norte de la isla.

Al veterinario le preocupa la reciente importación del conejo de Nueva Zelanda, plaga difícil de erradicar en Australia y que acabó con especies de ese país. “No hay un gobierno que  trabaje en una regulación  que `prohíba la reproducción de animales”, lamentó.

Isla de Cedros tiene una elevación máxima de 1,205 msnm en el Monte Cedros. La vegetación desértica prevalece en las partes bajas de la isla, mientras que en las cumbres elevadas crecen pinos y enebros (güata).

Una de las áreas importantes para la obtención de agua potable, es el aguaje de Vargas, en donde se encontraron contenedores oxidados con aceites que podrían dañar la zona. La responsabilidad del Aguaje es del CESPE (Ensenada) y parece ya removieron los tambos. “Es necesario el desarrollo de programas agresivos de concientización, educación, control de población animal, prohibición de la introducción de especies no nativas de la Isla”, expresó.

Además la falta de un relleno sanitario ha provocado la concentración de un basurero de dimensiones inimaginables que para el tamaño del pueblo, dijo, son demasiados los desechos sólidos que se generan en ese agreste territorio.  Una solución, es el decreto de Isla de Cedros como área natural protegida para que se le pueda inyectar dinero y recuperar la fauna y flora que va en declive.

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