lunes, 11 de febrero de 2013

Vislumbran caótico futuro para BCS, si entra minería tóxica

Gabriel Meza

Como parte de un diplomado de para conocer la problemática generada por la minería tóxica, el 05 de febrero, Medio Ambiente y Sociedad (MAS) dio a conocer la lamentable situación en Cajamarca, Perú. Rick Clifford, es miembro del Comité de Justicia y Paz de Denver, Colorado. Hace un año, una comitiva de  la organización visitó las zonas afectadas por el desarrollo desproporcional de mineras y el 5 de febrero, ofreció una charla sobre su experiencia y mostró datos alarmantes.

Invitado por Medio Ambiente y Sociedad (MAS), el activista habló en exclusiva con El Independiente, luego de impartir una charla con paceños interesados en el tema. Sentados al filo de una pequeña banqueta del Club de Leones de la capital, el profesor informó acerca de la apuesta que significa la llegada de proyectos dañinos para el entorno natural.

Conflictos sociales, contaminación, escasez de agua y el despojo de tierras son las constantes  después de 20 años de ocupación minera en Cajamarca, Perú.

Hablando un tropezado español, señaló el papel decisivo que tienen los líderes ejidales para permitir o no el arribo de los grandes consorcios extractivos y señala la forma en que se corrompieron – en Perú – sin importar la decisión de sus integrantes. “Una familia era parte de núcleo ejidal y no quería vender a la minera Yanacocha; el presidente de ese grupo habló con la mina y vendió el ejido entero sin el consentimiento de algunos miembros pero al final desapareció con el dinero que recibió”, explica mientras busca un documento en su mochila.

Yanacocha, la mina de oro más grande de Sudamérica, se encuentra ubicada en la provincia y departamento de Cajamarca a 800 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima, Perú. “Estos campesinos fueron desalojados con violencia, por elementos de seguridad de la empresa, argumentando tener la posesión de los terrenos a explotar”, continuó declarando.

En un recorrido visual, durante su presentación, mostró la excesiva forma de acabar con más de 65 hectáreas de  lagunas naturales en toda el área entre ellas, Yanacocha. Es un panorama desolador:
Huecos sobre huecos hasta exprimir la última gota de agua en tiempo record, por ejemplo, en un año acabaron con un lago. Otros ríos están contaminados. “Los campesinos tratan de obtener agua limpia de su superficie pensando que los metales pesados se irán al fondo y que así está apta para beber”,  precisó.

Dar a conocer la situación en Sudamérica, es un asunto importante para comunicar en áreas donde podría darse el asentamiento de proyectos similares. En Baja California Sur, por lo pronto, existen dos compañías intentando establecerse, uno en Sierra La Laguna y otro, en San Antonio.

El integrante Justicia y Paz para Latinoamérica, cree conveniente una interacción cercana entre los habitantes de las ciudades y las comunidades rurales, “que no crean que son invisibles” para conocer sus dificultades y atenderlas y paren de pensar en la minería como única solución al desarrollo económico. Un camino viable para el impulso económico es el ecoturismo, turismo y productos agropecuarios orgánicos, “el turista quiere un lugar seguro y sano, eso tenía Cajamarca”, finalizó.

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