- Una
historia para contarse
- Gran
ejemplo de vida aun en estos tiempos de crisis
Manuel Amarillas Vanegas
Por
un populoso barrio de nuestra ciudad, me
encontré con este grupo de personas sin rostro, pero con unas manos listas para
ayudar y compartir lo que tienen. En un principio se les llevaba despensas, pero
algunos de ellos eran presa fácil del abuso de otras personas que en ocasiones
les quitaban lo poco que tenían. Unen sus esfuerzos desde el primeros de de
Mayo de 1995, así que
aquí inicia el comedor del adulto
mayor con estos objetivos.
1.-
Llevar alimento al que no tiene o no
puede prepararlo por si mismo.
2.-Dar
un apapacho y compañía a esa soledad en
que viven en nombre de dios.
Como
homenaje a todos los que han colaborado
a lo largo de casi 17 años que inicio esta
historia en un lugar improvisado para
cocina y utensilios prestados,
mientras se construía una cocina propia y se adquiría un vehiculo para el transporte de los
alimentos a cada domicilio de los beneficiados con este apoyo. Así que el
primer día de Mayo de 1995 empieza a
operar el comedor para 38 ancianos en
desamparo y soledad, brindando el servicio elaboración y entrega de alimento
caliente durante tres días a la semana
lunes, miércoles y viernes, con una gran voluntad donde los
recursos, la materia prima se transforma en alimento por el equipo de trabajo de la cocina. Con muchas carencias, pero eso si con mucho
ánimo ya que los recursos eran escasos, así que como todos ellos con gran amor
al prójimo como son los adultos mayores en situación de desamparo y
soledad. El comedor ha tenido todo tipo
de contrariedades, tiempos de crisis, enfermedad, cambio de servidores, escasez
de recursos pero siempre se hace el milagro de llevar un plato de comida caliente ininterrumpidamente por casi 17
años. Actualmente se da servicio para 65 adultos mayores, todos los días.
Esta
historia es testimonio de que sí hay Ángeles, son personas como usted o como yo de carne y
hueso, aunque usted no lo crea, aquí no
hay poses, ni fotos para titulares de periódicos, revistas o televisión y mucho
menos tintes políticos, además que no lo
están buscando. Son solo un grupo de
personas con mucha voluntad y deseos de
compartir lo mucho o poco que
tienen, aquí cabe la frase de la madre Teresa de
Calcuta que dice “No podemos hacer
grandes cosas, pero si cosas pequeñas con un gran amor”.
A
lo largo de todos estos años en servicio, el grupo a recibido más por lo que hacen, por que han experimentado la
providencia de Dios, cuando no han tenido nada que cocinarle a sus viejitos, alguien toca la puerta y llega
algo para hacer la comida de ese día. Y
los motiva esta bella frase “Si es de
dios el proveerá”.
Como
se logra este milagro de vida? con la disponibilidad de tiempo y sobre
todo un acto de amor y compresión para
esta pequeña comunidad de adultos mayores, con el trabajo de un grupo de
cocineras, repartidores y bienhechores
que forman todos ellos un solo
equipo con mucha voluntad y determinados
a llevar un plato de comida caliente.
Se reúnen recursos, entre amigos que aportan una
determinada cantidad de dinero, materia prima
o suministro de desechables y
contenedores para llevar los alimentos individualmente, pero claro que
hay un pero, como sucede en muchos de los hogares mexicanos el dinero no
alcanza, así que hay que trabajar más para conseguir lo que falta.
Un
día de cada semana la parroquia del barrio apoya con las limosnas que aportan
los feligreses en apoyo al comedor, Aun con esto no alcanza, aquí se suma a esta noble causa, una Institución Católica de beneficencia, y se logra el objetivo de llevar un alimento
diario a un adulto mayor a domicilio, servicio con que cuenta el comedor desde
el año 2000, esto es un logro mas de un
benefactor de la causa que dispuso de
suministro de combustible y un Vochito
que por cierto ya anda en las ultimas, ya se la pasa mas tiempo en el
taller y sigue jalando de puro milagro
para cumplir este noble meta día a día, con la ayuda de chóferes de taxi y otros amigos del comedor
que ayudan con sus propios vehículos a cumplir con la tarea, que se suman voluntariamente, dando parte de
su tiempo en la entrega de los alimentos
a los ancianos.
El
trabajo no concluye aquí, con muchas
dificultades se logra hacer un pequeño ahorro con la venta de escobas, trapeadores, recolección de materiales para
reciclar como botes de aluminio, papel y
cartón, de muchos de los que se suman a esta causa y reúnen estos materiales en
sus casas o negocios, que se trasladan
después para su venta en un centro de
acopio que paga por ellos un mejor precio, el negocio de compra de materiales
para reciclar da al mejor precio y es
su manera de ayudar a esta causa.
Con
este recurso se logra dar un pequeño obsequio el día de la madre, del padre
y cada fin de año cada adulto mayor
tenga un regalo de navidad y la merienda especial de navidad, para los benefactores del comedor se
les hace un regalo simbólico como testimonio de agradecimiento por su ayuda a
lo largo de un año.
Así
que esto es la suma de benefactores, el grupo de personas su trabajo y esfuerzo con un solo fin de
llevar una comida digna caliente recién hecha, para un adulto mayor en
desamparo. Para concluir esta historia comparto con ustedes una frase de
una tía
muy querida para mi familia que ya no esta entre nosotros que siempre nos recordaba esta frase cuando tenia la
oportunidad y era la ocasión “Como te
ves me vi como me vez quien sabe si te veras”. Si la vida
le da la oportunidad de compartir
o ayudar a un adulto mayor solo hágalo,
recuerde que a lo mejor usted en el futuro podría estar en esta misma
situación.
Tal
y como nos decía la abuela de mis hijas
que “ la vejez era la peor
enfermedad”, así que es tiempo de pensar, recapacitar en nuestra vida que
estamos haciendo con ella y prepáranos para llegar a ella, si es que
llegamos, así que lo que sembremos a lo largo
de nuestra vida, es lo que cosecharemos.
Un reconocimiento especial a todas estas personas que han hecho
posible que funcione el comedor del
adulto mayor en desamparo, y concluyo esta historia de amor al prójimo con esta
frase “Manos que no dais que esperáis”.
Sus comentarios a hector_manuel_amarillas@msn.com
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