lunes, 14 de enero de 2013

Alumnos califican a las universidades privadas de calidad en la capital del Estado



Gabriel Meza

En el ejercicio diario de conocer la opinión de la gente de la capital del estado, esta vez nos dimos a la tarea de buscar la valoración de los estudiantes de universidades privadas, tras el estudio presentado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), el cual dejó muy mal paradas a las universidades, al considerar que el 33 por ciento de los mil 600 planteles educativos – hasta 2009 –  son de una calidad dudosa.

En nuestro afán de conocer el sentir de los jóvenes, les planteamos dos simples preguntas: ¿Crees que la escuela donde estudias es de calidad? ¿Conoces algún amigo que se queje de alguna universidad privada o pública? y ¿Los maestros hacen una buena universidad?
Alonso, alumno de la licenciatura de Criminología, expresó su descontento con los precios por cuatrimestre; sin embargo, reconoció la educación personalizada de los maestros de su instituto y criticó el desinterés de los maestros de las universidades públicas, donde el sindicato dicta los objetivos de la educación. “Por ejemplo, a veces los alumnos ya saben que el examen será el mismo del año pasado y lo copian o faltan mucho a clases”, explicó. Comentó cómo se quejan de las privadas igual que de las públicas: “en todas partes hay buenos y malos maestros”.

La mayoría de las veces las universidades privadas ofrecen carreras profesionales que no suelen encontrarse en el ramo público. Por lo menos en el estado ofrecen Diseño Gráfico, Criminología, Arquitectura, Artes, Nutrición, Gastronomía, entre otras.

Tan sólo en la capital de Baja California Sur  existe una oferta de educación superior considerable, encontrando la presencia de la Universidad Mundial (UM), la Universidad Internacional de La Paz (UITL), el Centro Universitario Tijuana (CUT),  la Universidad de Desarrollo  Profesional (Unidep), la Universidad Católica, por mencionar algunas.

“A mí me llena las expectativas porque tiene un buen servicio, pero considero que el maestro influye mucho. Aquí son buenos y las clases que dan me gustan”, señaló Claudia Paula Gaitán, estudiante de la licenciatura de Diseño Gráfico.

Daniela y Rocío son alumnas de la carrera de Nutrición y se muestran contentas con ella. Aunque aceptaron que es difícil que sólo existan dos opciones que ofrezcan esa carrera. Ellas coinciden en que la institución debe ser buena a través de sus docentes.

Ilse, por su parte, afirmó que en su segundo cuatrimestre, el reto es grande y entretenido. Su plantel lo cataloga como buena al igual que sus profesores: “me siento feliz aquí”.

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