Belinda González Núñez
Directora de Quejas de CEDH, explica como el tema de la violación de los
derechos humanos a jornaleros, es un asunto, en el cual, la organización no
tiene injerencia directa y tiene que orientar a los quejosos con
la Procuraduría Federal de Defensa del Trabajo (PROCEDET), por ello, las
inconformidades son enlistadas aparte.
Las quejas de jornaleros
agrícolas, independientemente de las que se realizan dentro de la Comisión
Estatal de Derechos Humanos (CEDH), son las que más se generan cada año en el
municipio de La Paz, calculadas entre 80 a 90 denuncias contra ranchos. “Tenemos
muchísimas quejas, aunque somos incompetentes por ser materia federal, las
empresas que los traen a la entidad son privadas pero si realizamos un trabajo
en conjunto, apoyándolos con el trámite”, expresa la representante de la CEDH.
Algunas de los señalamientos
de los trabajadores del campo emigrados, son las pésimas condiciones laborales,
encierros forzados, niños sobreexplotados y la forma en que los tienen en
pequeños recintos, hacinados. “Hacemos recorridos en los campos para verificar
no se estén violentando derechos a mujeres o niños, pero cuando vamos todo está
limpiecito, un bote de basura en cada esquina”, indicó.
González Núñez reveló que
algunas empresas se han negado a que el organismo verifique las condiciones
laborales, por ejemplo, en Todos Santos, en un lugar llamado La Misión, les fue
rechazada la autorización para entrar al lugar. Lamentó la situación en la que
viven algunos de los jornaleros quienes son olvidados por las compañías y no
son contratados más, obligándolos a vivir en la calle. Cómo lo evidenció El Independiente
en la crónica Los "sin nombre" de la capital de Baja California Sur. “No tenemos un presupuesto grande para
dar apoyos, hacemos lo imposible, canalizaciones o gestiones con autoridades
que tienen un poco más de presupuesto pero mucha veces no es suficiente”,
precisó.
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