miércoles, 24 de julio de 2013

Mediante manifestación exigen justicia al gobierno del Estado por el caso de la mujer muerta en La Ventana

Gabriel Meza

De Los gritos de unos 50 inconformes que clamaban justicia irrumpieron la acostumbrada calma de Palacio de Gobierno del Estado, tras una marcha para esclarecer lo que, aseguran, la PGJE no investigó adecuadamente: la muerte de Erika Adriana León Lucero, de 31 años de edad.

Familiares y amigos se trasladaron desde la comunidad La Ventana, a una hora al sur del municipio, para continuar con una jornada de protestas que inició el 16 de julio. Su único fin de ver a algún representante del poder ejecutivo estatal, por lo cual los indignados caminaron por la calle Isabel La Católica hasta llegar al edificio gubernamental.

Ahí, un trío de agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) ya los esperaban, resguardando la puerta para evitar que ingresaran al recinto. Sin embargo, unos minutos de insistencia sirvieron para que una comitiva pudiera ingresar y hablar con el titular de la Secretaría General de Gobierno, Armando Martínez Vega.

Por una hora, una tensa calma logró que los policías permutaran sus nerviosas caras. Mientras, arriba, las negociaciones se llevaban a cabo a puerta cerrada. Pero en un inesperado giro, Daniel Hernández Aguirre, padre de Jonathan (asesinado) y familiares del agente de la Policía Municipal de La Paz, Carlos Vega Andrade (también asesinado) se unieron a la manifestación.

Hernández Aguirre comenzó a alzar la voz ante los presentes, pidiéndoles no creer en las palabras de los representantes del gobierno del Estado: “siempre hacen lo mismo”, manifestó, y enseguida los insistió a romper la pequeña valla policial. Los nervios regresaron en los elementos policiacos.

Los familiares de Vega Andrade, con una fotografía y una cartulina con letra color azul, exigían al gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor: “No solapes a tus servidores públicos corruptos. La Procuraduría está llena de ineptos; “¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!”. La palabra comenzó a resonar fuertemente. Ante la intensidad, más agentes se acomodaron frente a la puerta de cristal de Palacio de Gobierno.

“Pero que les pase a ellos lo que nos ha pasado a nosotros, verán que lo resuelven ni en cinco minutos; nosotros no existimos para ellos, lo que no saben es que nosotros los pusimos en la silla, nosotros votamos para que estuvieran allá arriba”, agregó el padre de Jonathan, apuntando al segundo piso del inmueble.

Añadió que “esto cambiará el día que nos unamos todos, porque les voy a decir una cosa, nadie está exento a lo que está pasando en Baja California Sur, nadie. Todos debemos unirnos,  esto no debe parar, debe seguir todos los días porque todos somos víctimas, todos somos hermanos”.


La necesidad de un nuevo procurador “con pantalones” es una de las prioridades, dijo, para mejorar el actuar de la PGJE: “Que no tenga compromisos con nadie y que no reciba órdenes  de acá arriba; que trabajen como debe de hacer”, expresó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario