Gabriel Meza
Organismos ambientalistas acaban de realizar un estudio que
estima una mortandad nunca antes vista en Baja California Sur. Son 7 mil
ejemplares calculados de tortuga marina amarilla, sólo en la zona de Puerto San
Carlos, en Comondú; un área caracterizada por la caza ilegal de la especie
protegida en la Norma Oficial Mexicana (NOM).
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y la Oceanic
Society pusieron el dedo en la llaga, luego de un reporte exhibido por la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), al calcular cerca de
438 tortugas marinas varadas, encontradas en un rango de 43 kilómetros de costa
en los meses de julio y agosto.
Otro dato emitido por las asociaciones preocupadas por el
medio ambiente, son las estadísticas de captura incidental de dos ejemplares de
la misma especie, según información presentada por el Instituto Nacional de
Pesca (Inapesca).
Los organismos no gubernamentales arremeten contra la forma
en que se efectuó el trabajo de las autoridades ambientales, en especial el
realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
"Es factible pescar de forma sustentable sin afectar a
las tortugas. Aquí en Baja California Sur, hemos implementado técnicas que nos
permitan capturar muchos peces sin capturar tortugas. En nuestro caso,
revisamos nuestras redes con frecuencia para poder soltar viva cualquier
tortuga que caiga, y también evitamos pescar en zonas en donde se concentran"
dijo Isidro Arce Arce, pescador de la Reserva de la Biósfera de Vizcaíno, en
Baja California Sur.
Para finalizar, Cemda y Oceanic Society, señalaron la
gravedad del estatus de la población de la tortuga amarilla, misma que es
protegida en otros países como Estados Unidos. “En México se permiten este tipo
de masacres”, señaló.
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