Lamentable, no desciende la violencia contra la mujer, se perpetró otro feminicidio en La Paz

Gabriel Meza

La hija menor de Verónica Zumaya Castro,  nunca podrá olvidar la cascada de sangre que corría por el cuello de su madre, cuya muerte fue causada por un certero tajo. La pequeña no reparó y soltó tremendo llanto  que despertó a su hermana de 15 años, quien exaltada la buscó por las habitaciones, hasta convertirse en testigo del último aliento de su madre.

La mujer tendida en el piso, alcanzó a pronunciar unas cuantas palabras a sus retoños. Justo antes de fenecer, pidió que su asesino fuera capturado: “Fue el Germán, métanlo al bote”, segundos después, sus pupilas comenzaron a ensancharse con la lentitud que la muerte sólo da, dando paso a otro feminicidio en la capital de Baja California Sur.

Entre la inestabilidad de sus pensamientos, la pérdida de su madre y la preocupación por evitar la imagen y recordar a su madre teñida en rojo, la valiente jovencita, reportó la canallada del posible victimario. Llamó a las autoridades.  A las 06:30 horas elementos de Investigación de la Policía Ministerial de la Subprocuraduría Regional Zona Sur de la PGJE, llegaron a las calles de Salmon entre Hacienda y Lila del fraccionamiento Camino Real en la Ciudad de La Paz y atestiguaron la horrible escena.

Las sirenas rompieron el pesado silencio, luego los paramédicos cruzaron el umbral de la puerta principal, transitaron frente a los agentes policiacos y ubicaron el cuerpo. Maniobras de primeros auxilios. Fue tarde, Verónica, de 33 años, falleció dejando solas a dos pequeñas niñas.
El área de Periciales del Servicio de Médico Forense (Semefo) determinó que la muerte fue causada por anemia aguda, secundaria  a herida en el cuello, producida por arma blanca. El domingo 03 de febrero, será un día tatuado en la memoria de dos pequeñas.

Detenido presunto homicida

Las autoridades aseguraron a Erik Germán Hernan Jaime Geraldo, de 36 años de edad, originario de Toluca del Estado de México, mientras conducía un vehículo de la empresa en la cual trabajaba. Es jornalero. Inmediatamente, fue traslado e interrogado por los agentes de la Policía Ministerial.
Sólo 24 horas después, el presunto homicida confesó haber cercenado la garganta; sin embargo, el motivo no fue esclarecido por la PGJE. Únicamente confirmó que se ha abierto una Averiguación Previa sobre el caso y las investigaciones llevan su rumbo. En un mes y medio de lo que va de 2013, se han registrado tres feminicidios en la entidad: uno en Los Cabos y dos más, en la capital del Estado.