Gabriel Meza
Hace unos días, una de las primeras personas en alzar la voz contra proyectos de megaminería, en Todos Santo, falleció. Se trata de Alessandra Ugolini, quien de origen italiano, adoptó la nacionalidad mexicana y defendió el agua de Todos Santos. Murió en un hospital de la península itálica debido a un cáncer con el que luchó los últimos años de su vida. Ella se convirtió en una de las co-fundadoras de la asociación Agua Vale Más que el Oro (AVMO), quienes reaccionaron contra la actividad extractiva que intenta ocupar la Biósfera de la Sierra La Laguna. Su muerte causó conmoción entre amigos y compañeros de lucha.
AVMO colocó un moño negro por la pérdida y manifestaron: “que en paz descanse, una gran amiga y una guerrera, seguiremos luchando Sandra”. La organización nació en noviembre de 2009 con la encomienda de no permitir que se contamine el líquido del área protegida por posibles contaminantes de la minería tóxica.
Por otro lado, la semana pasada murió una de las luchadoras ambientales de Baja California y miembro de la organización Pro-Esteros: Patricia Martínez Ríos. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) calificó a la mujer como “un pilar para detonar el movimiento ambiental en la península de Baja California”. Martínez Ríos fue directora de Pro Esteros, la cual, es una organización ciudadana dedicada desde 1988 a la protección y conservación de los humedales costeros de la península de Baja California.
“Somos el grupo de conservación con más tiempo en la península de Baja California. Muchos de los miembros de nuestro consejo asesor son investigadores, tanto mexicanos como norteamericanos. Estamos muy satisfechos y con muchas ganas de seguir”, declararía para un medio de comunicación, hace unos años.
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