lunes, 3 de junio de 2013

Invaden terreno de anciana; asegura que la quieren desalojar de sus tierras


Gabriel Meza

Ana Eulalia Vargas Domínguez, de 85 años de edad, dice ser víctima de sus vecinos. La parte lateral y el fondo de su terreno –ubicado en Abasolo y Cuauhtémoc– han sido invadidos por ellos, quienes aprovechan la soledad de la mujer de la tercera edad y la ineficiencia de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

El glaucoma es avanzado y apenas puede ver por dónde anda. Tiene marcas en la piel por el paso de los años. Desde la muerte de su esposo, Vargas Domínguez ha tenido que emprender distintos procesos judiciales para recuperar lo que es suyo, sin embargo, no lo ha logrado.

Ana Eulalia Vargas argumenta que los vecinos se aprovechan de su parentesco con José Enrique Valerio Ortega Romero, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado durante el sexenio de Narciso Agúndez Montaño, quien ocupó ese cargo el 9 de febrero de 1999.

La mujer señala que le arrebataron un pedazo de 1.50 metros de ancho por 50 metros de fondo de su propiedad. Por ello denunció a Pedro Ortega, persona que ya ha construido una vivienda de tres pisos y destruyó parte de una pequeña casa de la señora Ana Eulalia.

Los múltiples viajes por la enfermedad de su madre (quien murió de cáncer) o de su esposo, fueron aprovechados para construir una barda perimetral dentro de la propiedad con más de un metro de altura, lo que originó una denuncia civil contra Jacinta California Briseño Rodriguera, también vecina.

Aseguró que su único sustento, un negocio frente a la Funeraria del Carmen, fue saqueado por Briseño Rodriguera después de romper dos vidrios de la tienda. Dijo que una patrulla de la policía ministerial la apoyó.

Como consecuencia, la Comisión Nacional de Derechos Humanos recomendó a la PGJE investigar agravios contra los derechos de Vargas Domínguez.

Desde entonces, insiste, ha recibido amenazas por parte los acusados. Extrañamente, las llantas de su vehículo han sido dañadas en cuatro ocasiones, antes de sufrir un accidente cerca de su casa que le lastimó el tórax y el cuello.

Una acusación anónima llegó a la redacción para dar a conocer la situación de la señora, quien sólo cuenta con un perro para protegerla, pues la denuncia afirma que gente de la casa lateral se ha introducido para sustraer objetos o intentar lastimarla.

“Esta señora es la que tiene una manta colgada pidiendo justicia a las autoridades competentes pues poco a poco se han ido adueñando de su propiedad, lo más triste de todo es que estas personas que abusan de ella al parecer solo están esperando que ella muera”, expresa la denuncia.

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